¿Por qué es clave el Small Data para crear campañas más efectivas?

Fecha - 09 Febrero 2021

Hay quienes dicen que los datos son el nuevo oro o el nuevo petróleo. Pero sea o no acertada esta comparación, la realidad es que con el crecimiento de la sociedad de la información y el asentamiento del Internet de las Cosas, la información ha pasado a estar en todas partes. Y como recurso con un enorme potencial de aprovechamiento, profesionales y empresas han buscado la mejor forma de sacarle partido para desarrollar sus proyectos y negocios.

Small Data, la alternativa simple pero efectiva para el Big Data

En primera instancia, es el denominado Big Data el que se está llevando casi todo el protagonismo a la hora de plantear la gestión, análisis y empleo de información. Su idea es recabar grandes volúmenes de datos para proceder a un filtrado y selección de los que sean más valiosos. Básicamente, consiste en abarcar el máximo posible, para luego decidir lo que es útil y lo que no, tras un proceso de exigente cribado.

Sin embargo, no hace falta decir lo dificultoso que es este proceso de trabajo con el Big Data, así como lo caro tanto a nivel económico como de recursos. Contar con documentos en ‘bruto’ nos permite crear nuestro propio camino, tomar decisiones muy precisas e incluso anticipar el futuro; pero cobrándose un alto precio en lo que respecta a esfuerzo y tiempo. Por eso, existe una opción alternativa, que en los últimos tiempos empieza a cobrar fuerza por su utilidad y mayor sencillez.

Se trata del Small Data. En contraposición a su `hermano´ Big Data, huye de las grandes cantidades de datos y se centra en volúmenes más pequeños, sencillos y accesibles. Consiste en simplificar y en atender a lo más común y cotidiano, para hacernos una idea rápida y clara del entorno y tomar decisiones con rapidez. Algo que, bien planteado y desarrollado, puede acabar siendo más eficaz para proyectos concretos, como las campañas de marketing.

Las ventajas del Small Data en la creación de campañas efectivas

En ActionsCALL somos especialistas en el desarrollo y la implantación de proyectos de telemarketing, por lo que la gestión de datos e información está en nuestro `ADN´ Por eso, queremos profundizar en los aspectos que hacen único a este modelo de análisis, pues puede ser realmente útil para conocer mejor a nuestros clientes potenciales y para entender adecuadamente sus necesidades.

Es más accesible para las empresas: No requiere de grandes recursos para poder ponerse en marcha. El Small Data implica centrarse y enfocar un aspecto concreto durante un período de tiempo no muy extenso. De esta forma, es más sencillo conseguir resultados inmediatos y es posible plantear rápidamente campañas que se adapten a nuestras necesidades.

El análisis de los datos no exige de grandes recursos: El gran problema del Big Data es su enorme complejidad y el esfuerzo humano y técnico que requiere para poder explotar su información. Sin embargo, en este caso no son necesarias herramientas avanzadas y métodos de análisis de difícil aplicación. Basta con prestar atención y observar los datos que tenemos más cerca, como los que se pueden encontrar fácilmente en las redes sociales.

Son accesibles para los empleados: Siguiendo con lo comentado en el anterior punto, con el Small Data es posible desarrollar y gestionar campañas sin tener grandes conocimientos de analítica de datos. Para sacar partido del Big Data se necesita contar con una gran formación, tanto para manejar las aplicaciones que se encargan de procesarlos, como para saber encontrar lo que se busca. Pero este problema no se da con su `hermano´, por lo que prácticamente cualquier profesional del marketing puede trabajar con estos pequeños paquetes de información.

No supone un gran riesgo para la inversión: Las campañas que se construyen a partido del Small Data suelen presentar un buen retorno de la inversión (ROI). Fundamentalmente, porque al requerir de menos trabajo y de menos tiempo para obtener resultados, se gasta menos dinero en el proceso y se obtiene rentabilidad mucho antes.

Son una puerta abierta para segmentar y personalizar más las campañas: Al poner en foco en muestras pequeñas de datos, los resultados son más precisos y concretos. Así, es posible diseñar campañas mucho más específicas para perfiles de clientes bien definidos; porque basta por ejemplo con estudiar su comportamiento en las redes sociales para conocerlos mejor y saber sus motivaciones y necesidades. De ahí que su idoneidad para el sector consumo ya esté fuera de toda duda.

Encajan mucho mejor en el entorno de un CRM: Dado su reducido tamaño y la opción de empaquetar los datos, estos se pueden recopilar fácilmente en aplicaciones útiles para gestionar y explotar las campañas, como los CRM. Así que cuentan con herramientas que pueden sacarles partido de manera muy eficiente.

Se trabaja sobre información tangible, no sobre predicciones o suposiciones: Por sus características, el Big Data permite establecer modelos predictivos y prescriptivos, y fijar patrones que buscan anticipar los comportamientos humanos. Algo que se ha revelado como bastante preciso, aunque es inevitable que haya un margen para el error. Sin embargo, al trabajar con un volumen reducido de datos, estos son más concretos y el enfoque es más descriptivo y fehaciente.

Es un modelo que está en auge: El Small Data poco a poco va ganándose su espacio y se va revelando como una alternativa económica y asequible para el análisis de datos en el entorno complejo que plantea el Internet de las Cosas (IoT). De ahí que cada vez haya más herramientas y aplicaciones especialmente diseñadas para su aprovechamiento y para sacar partido de los datos, sin necesidad de acudir a algoritmos complejos y a largos procesos de análisis.

El Small Data no sustituye al Big Data, lo acompaña

Como acabamos de ver, las ventajas del Small Data para crear campañas de Marketing efectivas son muy numerosas. Pero no hay que caer en el error de pensar que esto se trata de dos mundos contrapuestos, porque tanto este como el Big Data son perfectamente complementarios y tienen el mismo objetivo.

Cada empresa debe ser la que, a la hora de abordar un proyecto o una campaña, se pregunte cómo va a trabajar con los datos. Esta es una decisión que dependerá de sus objetivos, de los recursos con los que cuenta y del enfoque que quiera darle. Y es que cada solución tiene sus ventajas y sus debilidades; por lo que realizar un adecuado análisis de la situación será fundamental para elegir la mejor opción posible.